Poda:el bonsái ya no crecerá, por lo tanto los
trabajos de poda se reducirán al mínimo.
Alambrado: no se efectuará, controlaremos aquellas zonas
que ya hemos alambrado y retiraremos los que muestren signos de clavarse en la
corteza.
Riego: sigue siendo importante, tal vez no por la
cantidad de agua pero sí debe ser observado ya que los días suelen ser ventosos
y notaremos que la superficie de la tierra se encuentra seca.
Situación: situaremos los caducifolios y perennes a
pleno sol, los colores otoñales comenzaran a ser evidentes y nuestros arboles
necesitarán de toda la luz disponible para acumular reservas para la próxima
brotación
Abonado: comenzaremos abonando en esta época únicamente
con fertilizantes que no aporten nitrógeno, un 0-10-10 sería lo ideal.
Fitosanitarios: fumigaremos preventivamente con aceites de
invierno ó polisulfuro de calcio en fina-lluvia cubriendo la tierra para que
éste no llegue a las raíces.
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